¿Grieta o fractura? Lo que debes saber sobre tus dientes
En el día a día, nuestros dientes están expuestos a múltiples factores que pueden afectar su integridad: hábitos como el bruxismo, golpes, cambios bruscos de temperatura, o incluso una mala mordida. A simple vista, una línea en el diente puede parecer inofensiva, pero ¿estamos hablando de una fisura o de una fractura?
Aunque ambos términos se usan con frecuencia como si fueran lo mismo, existen diferencias importantes que pueden impactar en el diagnóstico, el tratamiento y el pronóstico de tu salud dental. A continuación, te explicamos las claves para distinguir entre una fisura dental y una fractura dental.
¿Qué es una fisura dental?
Una fisura dental es una pequeña grieta o línea delgada que se forma en el esmalte del diente. En la mayoría de los casos, no atraviesa por completo la estructura dental y suele ser difícil de detectar a simple vista. A menudo, estas fisuras no causan dolor inmediato, pero con el tiempo pueden evolucionar si no se tratan adecuadamente.
Principales características de una fisura:
Afecta principalmente el esmalte
Puede no presentar síntomas al inicio
Es común en personas con bruxismo o que muerden objetos duros
En algunos casos, solo es visible con luz especial o lupas clínicas
¿Qué es una fractura dental?
La fractura dental implica una rotura más significativa en la estructura del diente. Puede comprometer no solo el esmalte, sino también la dentina e incluso la pulpa dental (la parte más interna del diente que contiene vasos sanguíneos y nervios). Dependiendo de su gravedad, puede provocar dolor, sensibilidad intensa y requerir tratamientos más complejos.
Principales características de una fractura:
Es más profunda y visible
Puede causar dolor al masticar, sensibilidad al frío o al calor
A veces involucra una parte del diente que se desprende
En casos severos, puede requerir endodoncia o incluso extracción
¿Cómo saber si tengo una fisura o una fractura?
El diagnóstico debe hacerlo un odontólogo mediante una evaluación clínica y, si es necesario, radiografías u otras herramientas de diagnóstico por imagen. Aunque los síntomas pueden ser similares, la diferencia en la profundidad y extensión del daño marca el tipo de tratamiento que se debe seguir.
¿Por qué es importante actuar a tiempo?
Ignorar una fisura puede permitir que esta progrese y se convierta en una fractura. Cuanto antes se detecte, mayor será la probabilidad de conservar el diente y evitar tratamientos invasivos.
En cambio, una fractura no tratada puede derivar en una infección, pérdida de la estructura dental o la necesidad de un tratamiento de conducto o extracción.
Conclusión
Aunque una fisura puede parecer leve y una fractura más evidente, ambas requieren atención profesional. La diferencia entre actuar a tiempo o postergar una consulta puede marcar el futuro de tu salud dental.
Si sientes molestias al morder, detectas una línea extraña en tu diente o has sufrido un golpe, te recomendamos agendar una revisión lo antes posible. Un diagnóstico temprano no solo protege tu sonrisa, también te ahorra tratamientos complejos en el futuro.