Un implante dental imita la forma y función de un diente natural que se perdió. Este consiste en una raíz y una corona. La corona es la parte visible de tu diente y es la cual se usa para masticar los alimentos. La corona está unida a la mandíbula por medio de la raíz.
Cuando la caries ha ido lo suficientemente profundo o cuando una enfermedad periodontal ha avanzado lo suficiente como para justificar una extracción, se extrae todo el diente (raíz y corona). El implante dental es una raíz de titanio que se ajusta a un encaje que creamos en la mandíbula. Una vez que el implante se integra al hueso, colocamos una corona artificial en la parte superior. La nueva corona está personalizada para que coincida con la mordida y el color de tus dientes.

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¿Cuáles son los beneficios de tener un implante de diente?

  • Parecen y funcionan como un diente natural

  • Pueden durar para toda la vida si se cuidan correctamente

  • No necesitas adhesivos

  • Podrás comer mucho más fácil


Una gran alternativa para el reemplazo de una pieza dental, es un implante, con este procedimiento ya no es necesario desgastar dientes vecinos. Un implante dental es lo más cercano a un diente natural.