Empaste infantil: cómo se arregla un diente roto en los niños
Los accidentes son parte natural del crecimiento. Caídas jugando, deportes escolares o incluso un tropiezo inesperado pueden provocar la fractura de un diente infantil. Aunque muchas veces los padres creen que no es necesario atender un diente de leche dañado, la realidad es distinta: toda lesión dental debe ser valorada por un especialista
Uno de los tratamientos más comunes ante estos casos es el empaste dental pediátrico, una solución segura y eficaz para restaurar tanto dientes temporales como permanentes.
¿Qué ocurre cuando un niño se rompe un diente?
Cuando un diente se fractura, pueden presentarse varias situaciones:
Desgaste superficial del esmalte
Fractura con exposición de la dentina
Fractura que compromete el nervio
Dolor o sensibilidad al frío, calor o al masticar
En cualquiera de estos escenarios, la atención temprana es clave. No solo para aliviar molestias, sino para preservar la función y estética del diente, evitar infecciones y garantizar el correcto desarrollo oral del niño.
¿Qué es un empaste infantil?
El empaste, también conocido como obturación dental, es un procedimiento en el cual el odontopediatra limpia la zona afectada y la rellena con un material especial para devolverle al diente su forma, fuerza y función.
A diferencia de los empastes en adultos, los infantiles utilizan materiales específicos como resinas compuestas de alta estética o ionómero de vidrio, que liberan flúor y ayudan a proteger el diente.
¿Cómo se realiza el procedimiento?
Evaluación clínica y radiográfica: El especialista examina el diente para determinar el grado de daño.
Limpieza del área afectada: Se remueve cualquier tejido dañado o restos de caries si los hay.
Colocación del empaste: Se aplica el material restaurador cuidadosamente, adaptándolo a la anatomía dental del niño.
Pulido y ajuste final: Se asegura una mordida cómoda y una superficie suave para evitar molestias.
Todo el procedimiento se realiza con técnicas pensadas para los más pequeños, en un ambiente controlado, seguro y adaptado a sus necesidades emocionales.
¿Qué beneficios tiene empastar un diente infantil?
Previene infecciones que pueden afectar al diente definitivo.
Restablece la función masticatoria, evitando problemas alimenticios.
Mejora la autoestima, especialmente en dientes visibles.
Evita desplazamientos dentales, ya que la pérdida temprana de un diente puede afectar la alineación futura.
¿Qué pasa si no se trata un diente roto?
Ignorar un diente fracturado puede derivar en dolor persistente, infecciones, abscesos, pérdida prematura del diente y, en algunos casos, daño a los dientes permanentes que aún no erupcionan.
Por ello, actuar con rapidez no solo resuelve el problema inmediato, sino que previene consecuencias a largo plazo.
La importancia de acudir a un odontopediatra
Los niños no son adultos en miniatura. Requieren de un enfoque especializado, tanto clínico como emocional. Un odontopediatra está capacitado para tratar no solo el problema dental, sino también para crear una experiencia positiva que fomente la confianza y el cuidado bucal desde edades tempranas.
En resumen: si tu hijo ha sufrido un golpe o se ha roto un diente, no lo dejes pasar. Un empaste a tiempo puede marcar la diferencia entre un tratamiento simple y complicaciones futuras. En nuestro consultorio, ofrecemos atención especializada, cálida y de alta calidad para cuidar de lo más importante: su sonrisa en crecimiento.